domingo, 24 de abril de 2011

Antes muerta que sin tacones!!

Permitidme que medio plagie esa canción popera.

Sus explico la situación y me podréis entender (o criticar).

Semana Santa, domingo de Resurrección, última procesión del pueblo, que si no es la más importante en pasos y nazarenos (es más, en esta ya no salen nazarenos), si lo es en cuanto a emotividad y sentimiento religioso.

Se recogen los pasos de Cristo Resucitado y la Virgen del Rosario (Charito para los del lugar). Según cuentan las lenguas más experimentadas de la villa, el manto que lleva la virgen es la artesanía más suntuosa y cara que se expone al aire libre en toda la geografía española. Puede ser pelín exagerado, pero como el menda que os escribe no es experto en estos menesteres, pues aquí que lo suscribo.

En esta procesión participan todas las cofradías del pueblo, con sus enseñas, escudos, etc...

Además, la llaman la procesión de las Maris...es decir, señoras que van con vestido, mantilla y en la mano un báculo de (se supone) plata.

Se supone que estas "señoras" participan en esta procesión para dar gracias por algo que han solicitado, pedido o reclamado  en sus oraciones a la Charito (entiéndase Virgen del Rosario), y que le ha sido concedido, (....hummm, si, yo también pienso lo mismo).

Se supone que estas "participantas" deben realizar la procesión en silencio respetuoso tanto cuando están en camino, como cuando paran para dar descanso a los costaleros de los pasos.

Y es aquí donde empieza mi asombro...

En pocos sitios he visto tanta algarabía, tanto gallinero y tanta hipocresía junta. Estaban más atentas a:


  • Si alguien las miraba
  • Si alguien las saludaba.
  • En reirse por lo bajini ( y alguna por lo altini) de la que se ha tropezado con los tacones de 10 cm cuatro puestos más adelante.
  • En retocarse el pinta y la chapa.
  • En poner cara para la foto del marido, cuñao, suegro, hermano, vecino que no te hablo pero que amable que me sacas la fotico de marras....

Podría seguir, pero mi editor me ha aconsejado que sea escueto cuando escribo lineas con contenido que pueden herir la sensibilidad de algunos posibles lectores.

No soy cristiano-católico-practicante, y no me gusta que la gente critique creencias o sentimientos ajenos, sobre todo cuando no está dispuesta a recibir a su vez críticas, aunque sean pelín destructivas.

Pero creo que toda forma y expresión de tales creencias, merece un respeto, tanto en los que participan en ellas, como en los que las observamos y nos recreamos en su belleza.

Da pena, tristeza o simplemente vergüenza ajena, que una procesión de sentimiento y silencio, se convierta en una exhibición de hipocresia y comentarios propios de las chonis barriobajeras.

Pero eso sí...antes muerta que sin mis tacones!!... que por cierto, te has fijado que mis zapatos son más del Guchi ese que los de la Maruja dalante??... y que no sabe andar en ellos por dios y mi virgencita Charito!!.

Lo dicho, incapaces de mirarnos al ombligo y descubrir que tenemos pelusilla como para enmoquetar el pasillo, pero nos fijamos y criticamos la arruga del zapato de nuestra vecina de enfrente de toda la vida.

Que viva la caridad, la humildad y el saber estar!!

#Hedicho

PD: Se admiten todo tipo de críticas...of course!!




viernes, 22 de abril de 2011

Un par de apuntes de una ciudad templaria

Ayer, en una tregua que nos dió la lluvia, salimos a pasear por Jerez de los Caballeros .


Según la wikipedia, su población ronda aproximadamente  los 10.000 habitantes, entre la ciudad principal y sus diferentes pueblos. 
Creo que ese es uno de sus principales encantos, que no es una gran ciudad, sino un gran pueblo, donde todo el mundo se conoce, al menos de vista. De ahí las miradas curiosas con las que nos brindaban en cada ocasión que nos cruzábamos con alguien...eso sí, el "buenas tardes" siempre en su boca y casi siempre bordada con una sonrisa. Que lo cortés no quita lo valiente.


Su parte vieja tiene ese encanto de calles estrechas, adoquinadas, donde el tráfico de coches es prácticamente inexistente. Aunque eso no es excusa para los lugareños, capaces de conducir rozando las verjas de las ventanas con los retrovisores y machacando día a día los amortiguadores con los adoquines. Me río del París-Dakar. Aquí se que hay que sufrir conduciendo.




Esas calles empedradas forman parte de un laberinto en el que te puedes perder sin darte cuenta, paseando como vas ensimismado en los detalles de fachadas blancas manchadas con ventanales de madera pintadas en colores vivos, destacando algún que otro balcón o patio en los que se vislumbran macetas con flores recién sacadas de las primeras sesiones primaverales.

Y esos adoquines te hacen tropezar e introducirte en esas maravillosas bodegas, tascas de pueblo labradas en roca viva, donde no haría falta ni siquiera una nevera para mantener ese vinito pitarra fresco, acompañado de unas olivas pochas, o de alguna parte del cerdo ibérico. 

Recuerdo la primera vez que vine y me llevaron a una ermita...cuál fue mi sorpresa cuando dicha ermita era uno de los bares más originales en los que he consumido de mi vida... porque sí, era una ermita acondicionada como un bar-restaurante. Lástima no poder ilustraros con una foto, ese monumento a la controversia ya no existe.



Pero tiene otros detalles tan o al menos igual de pintorescos. 
Los letreros de las calles son pequeñas artesanias en cerámica, incluso los números de los portales de las mismas se plantean en este formato. Todo en las fachadas intenta ser lo más armonioso posible para mantener ese efecto de edificación antigua, con solera, con historia, con humanidad entre sus paredes y techos...aunque siempre habrá un aparato de aire acondicionado que afee esta impresión, pero que le vamos a hacer, esto ocurre hasta en la gran capital.

Y qué decir de la Semana Santa Jerezana... proclamada de interés turístico internacional. 
Horas y horas de procesiones de cofradías, con los encapuchados nazarenos, los estandartes, las maravillas de los pasos a hombros de los costaleros, las bandas de música con sus instrumentos de viento y percusión interpretando esas marchas y canciones solemnes y a la vez orgullosas, interrumpidas de vez en cuando por algún improvisado interprete de saetas dedicadas a la Virgen....




En fin... hasta aquí la pareja de apuntes de una ciudad templaria, porque si sigo hablando van a ser más de un par de apuntes... pero es posible que me anime a seguir comentando lo impresionante que es la entrada a esta ciudad al atardecer, con sus seis torres de iglesias iluminadas contra el cielo rojizo...

Pero eso forma parte de otra historia...digo post.

#Hedicho

PD: Perdonad la calidad de las fotos. Me encanta la fotografía, pero sé que no paso de ser un aficionado de andar por casa en calzoncillos. ;-)


domingo, 3 de abril de 2011

Monumentos de papel

Si se hicieran los monumentos de papel, nos daría la sensación de poco sólidos y fácilmente destructibles, verdad?.
Pongamos que es un oximorón, y que lo aplicamos a esas maravillas que se llenan de polvo en nuestras baldas, que de vez en cuando calzan una  mesa coja, o que se nos olvida sacar de las cajas de cartón de una mudanza... (que pereza por Dios, ya lo haré mañana).
Esas maravillas llamadas libros.
Leyendo el dominical XLSemanal, me encontré como siempre, (y casi siempre es lo primero que leo un domingo), con la columna de Pérez-Reverte.  No me considero mitómano, pero reconozco que tengo debilidades por personas que poseen genialidad en ámbitos culturales, sociales, tecnógicos, científicos...y este personaje es una de ellas.
La columna de este domingo se titula "Ese monumento de papel", (y por favor no consideréis plágio el título de este miniblog...).
En resumen trata de las grandes obras maestras de la literatura y que aunque no estemos de acuerdo con su contenido, son escalones imprescindibles de la escalera que sube en dirección a la educación, respeto y conocimiento de la cultura...(allá donde te encuentres).
Os copio pego un trozo, no tiene desperdicio:


"...Nadie que busque lucidez e inteligencia, que quiera interpretar el mundo donde vive y morirá, puede pasar por alto la lectura, al menos una vez en la vida, del libro más famoso e influyente -para lo bueno y lo malo- de todos los tiempos. El Antiguo y el Nuevo Testamento, para unos historia sacra y revelación divina, y para otros llave maestra de cultura e ilustración, son imprescindibles para comprender cómo llegamos aquí, lo que fuimos y lo que somos. Compadezco a quien no tenga un Quijote y una Biblia en casa, aunque sólo sea para decorar un mueble y leer cuatro líneas de vez en cuando. Y quien sí sea lector, que calcule. Sólo la Biblia, releída una y otra vez, bastaría para colmar una vida entera. Y ojo. Insisto en que no se trata de religión, sino de cultura. La de verdad; no esa papilla desnatada, presuntamente educativa, impuesta por quienes legislan desde su cateta mediocridad. Oponer prejuicios a la Biblia es como oponerlos a una catedral: no hace falta creer en Dios para visitarla y admirar su belleza. Para sentir lo majestuoso de la memoria que atesoran sus viejas piedras..."

Pues sí...se me había olvidado decirlo...habla de todas las obras maestras, pero centrándose en la Biblia

Desde luego, cada uno es muy libre de extraer una reflexión después de la lectura de este artículo y sinceramente espero y deseo que sean  variopintas y contrarias a más no poder.
Porque realmente hay está el poder de la cultura, del libre pensamiento, y de la libertad de expresión.

Yo confieso...que no he leído la Biblia, al menos entera, ni una sola vez.
Yo reflexiono...que aunque mi educación es católica practicante, ahora practico mucho más el no practicarla, rayando incluso en las fronteras del ateísmo...(gracias a la fé de mis progenitores, todo hay que decirlo).
Y concluyo que el autor de "El capitán Alatriste" dice una gran verdad. No es necesario creer en Dios para visitar una catedral y admirar su belleza.


Seamos serios, bajémonos los pantalones y admitamos que nuestro propio desconocimiento nos hace rechazar a personas, creencias, culturas, religiones.
Seguimos pensando que la mezcolanza de ideologías es perjudicial para nuestra vida, cuando en verdad está demostrada que las culturas basadas en mestizajes de otras son las más tolerantes y avanzadas en practicamente todos los sentidos.


Para poder conocer al enémigo, primero hay que saber quién es. Hay muchas formas de conocer. Leer, hablar, twittear (redes sociales en general...jeje), música, películas, deportes...
Piquemos un poco de todo y hasta es posible que nos sintamos mejor.


En resumen:
No es necesario ir a misa para poder leer la Biblia...
No es necesario ser del BarÇa para que te impresione verles jugar...
Lo que si es necesario es que abramos nuestras mentes a otras ideas...aunque no las compartamos...
Y si puede ser viendo un buen partido de futbol, con una cañita al lado y la Biblia encima del periódico deportivo mejor...


#Hedicho.




sábado, 2 de abril de 2011

Grandes canciones: "Pongamos que hablo de Madrid"

Posiblemente sea una de las canciones más escuchadas del maestro Joaquín Sabina
La primera grabación corresponde a Antonio Flores:




Allá donde se cruzan los caminos



Donde el mar no se puede concebir
Donde regresa siempre el fugitivo
Pongamos que hablo de Madrid, de Madrid

Donde el deseo viaja en ascensores
Un agujero queda para mi
Que me dejo la vida en sus rincones
Pongamos que hablo de Madrid, de Madrid

Aquí os dejo un video de youtube (montaje realizado por: ), ya cantado por Sabina. Inconfundible...


Las niñas ya no quieren ser princesas
Y a los niños les da por perseguir
El mar dentro de un vaso de ginebra
Pongamos que hablo de Madrid, de Madrid

Los pajaros visitan al psiquiatra
las estrellas se olvidan de salir
la muerte viaja en ambulancias blancas
pongamos que hablo de Madrid, de Madrid

El genio ubetense en directo con Rosario Flores, no tiene desperdicio:

El sol es una estufa de butano
la vida un metro a punto de partir
hay una jeringuilla en el lavabo
pongamos que hablo de Madrid, de Madrid

Cuando la muerte venga a visitarme
no me despiertes dejame dormir
aqui he vivido aqui quiero quedarme
pongamos que hablo de Madrid, de Madrid, de Madrid


Según Sabina:

"Esta canción se llama Pongamos que Hablo de Madrid y es una historia de amor y de odio a una ciudad invivible pero insustituible. Es una letra que yo hice sobre una melodía de Antonio Sánchez".

Grande Sabina. Siempre Sabina.

Fuentes: Wikipedia, Youtube