domingo, 17 de julio de 2011

La parte contratante de la primera parte...

Grandisima obra maestra de los hermanos Marx...quizá una de sus más famosas escenas es la siguiente, genialidad entre 2 genios del humor:



"Una noche en la opera" es la sexta pelicula de los hermanos Marx y ha sido seleccionada por la Biblioteca del congreso como película cultural e historica, tesoro artístico merecedor de cualquier esfuerzo para preservarlo. Estos yankis son la leche!.


Esta escena del contrato resume en clave de humor made in marx una situación que se repite cada día en todos los departamentos de recursos humanos de muchas empresas, ya sean micropymes, pymes, las muy denostadas ETT o incluso en las oficinas de desempleo de cualquiera de las comunidades españolas.


Ubiquemos los papeles y el escenario:
Groucho es el demandante del profesional y/o el que oferta el puesto de trabajo.
Chico es el demandante del contrato laboral y/o el que oferta sus conocimientos profesionales, su book, su caché, su preparación, su experiencia.


Y el escenario es una sala de reuniones, de recepciones, un despacho de gerencia, de recursos humanos, de administración... con una mesa como barrera estratégica entre las dos partes y dos cómodas sillas, (siempre es casualidad que la silla de Chico sea la más incómoda), en las que Groucho se siente el dueño del universo y Chico piensa que igual hubiera sido mejor traer preparada verbalmente una pequeña presentación aparte de haber entregado un curriculum... que ahora que lo piensa, es excesivamente largo, ha relacionado hasta cuando cambió por primera vez el papel higíenico en la primera empresa donde estuvo trabajando hace ya unos cuantos lustros... o si es su primera entrevista, igual piensa que es excesivamente corto y tenía que haber reflejado el color de pelo de la enfermera que le dio la palmadita para que llorara nada más nacer.

En mi ya bastante extensa vida laboral, por suerte o por desgracia, creo que más bien lo primero, nunca he estado en el sitio de Chico. En cambio, y esta vez creo que por desgracia, llevo unos cuantos años estando en el sitio de Groucho... y sinceramente, no es plato de buen gusto. 


Por varias razones.


No es plato de buen gusto el entrevistar a una persona de más edad y más experiencia que tú mismo, con un amplio CV y que se ha visto obligado a estar en el asiento de Chico porque esta maravillosa crisis ha obligado  el cierre de su anterior empresa... como tampoco es agradable comunicarle que su gran experiencia se centra en una especialidad que no encaja para el puesto ofertado...y todo esto observando como un halo de desesperación sobrevuela su mirada cuando esta cae para recolocar por enesima vez la alianza en su sitio correcto... desesperación por ilusión frustrada, por comentar una negativa a su familia con la cabeza porque no es capaz de articular palabra... 


No es plato de buen gusto el entrevistar a una persona joven, recién cocinados sus conocimientos en los cada vez más avanzados cursos de formación profesional homologados, sin experiencia, que se muestra nervioso, sin poder terminar adecuadamente una frase, con manos sudorosas que no paran de hacer puñetas... que no sabe expresar el deseo de empezar a trabajar, aunque sea por una palmadita en la espalda y un "sigue así que pronto tendrás algo mejor"...y cuando se levanta del asiento de Chico se maldice a sí mismo porque ha metido la pata cuando ha comentado algo que ha provocado una cara de circunstancias en Groucho...pero exactamente no tiene ni idea de lo que ha sido...


No es plato de buen gusto el entrevistar a esos maravillos "besugos de a 50 € el kilo"... supermegaespecilistas en tal y cual... que cuando se sientan en el asiento de Chico se muestran disgustados porque es una silla incómoda...comentando de una  forma pedante y con cierta sorna que su último asiento era infinitamente más cómodo... demostrando una inadecuada presentación de su persona, con lo que Groucho está deseando acabar la presentación y zanjar en un "ya te avisaremos" la parte contratante de la primera parte...que por desgracia el mundo tiene un sobrante aplastante de capullos chulos y maleducadamente egocéntricos...


En resumiendo... que no es plato de buen gusto tener en la mano las ilusiones de las personas, jovenes-mayores, experimentadas-noveles, capullos-sinceros...que lo único que buscan y necesitan es un trabajo para poder seguir realizándose cada dia como persona...o simplemente poder poner en las alubias un poquito más de tocino para alegrar el estómago y poder calentar los pies frios.


Y de verdad, Groucho cada día se da cuenta de la suerte que tiene...aunque cada día esté suspirando por una vida mejor... y por dos huevos duros...





#Hedicho.








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